Arquitectura del Siglo XIX
1. Historicismo y Eclepticismo
la arquitectura de principios del siglo XIX muestra interés por retomar elementos de estilos anteriores, especialmente el gótico, dándoles nuevas formas y adaptándolos a nuevas necesidades. El nombre general de esta tendencia es revival, el movimiento historicista más importante sería el neogótico con edificios como el Parlamento Británico, pero existen otros como el neoindio, que tiene su mejor ejemplo en el Pabellón Real de Brightom.
En España los que mas difusión tuvieron son el neomudejar (plaza de toros de las ventas) y el neoplateresco (Banco de España).
El eclecticismo, estilo arquitectónico también de principios de este siglo, combina elementos de diferentes estilos con una predilección por lo decorativo sobre lo propiamente arquitectónico. Uno de los mejores ejemplos de este arte ecléctico sería la Ópera de París.
2. Arquitectura de los nuevos materiales
Es una arquitectura vinculada a la Revolución Industrial y al desarrollo de materiales como el hierro, el hormigón armado, el cristal y el acero que implicarán cambios sustanciales a la hora de construir.
Junto con los nuevos materiales este tipo de arquitectura también tuvo gran desarrollo debido a las nuevas necesidades que demandaba una sociedad cada vez más industrializada: puentes, estaciones, fábricas, mercados,... Edificios que había que construir deprisa y con el menor coste posible.
Durante el siglo XIX tienen lugar diversas exposiciones universales donde se dan a conocer los avances técnicos del momento. Estas exposiciones se convierten en el marco ideal para el desarrollo de esta nueva arquitectura.
Para la exposición universal de París de 1889 se levanta la mayor construcción de hierro realizada hasta el momento: La Torre Eiffel, que recibe el nombre de su constructor Gustave Eiffel. La torre de 300 metros de altura se concibió como una estructura para ser desmontada una vez acabada la exposición pero se acabó convirtiendo en el símbolo de París.
En España quizás el edificio más interesante de este tipo de arquitectura sea el Palacio de Cristal de Ricardo Velázquez situado en el parque del Retiro de Madrid.
3. Escuela de Chicago
A finales del siglo XIX, Chicago se convierte en la pionera de una arquitectura utilitaria y racionalista que prioriza la funcionalidad sobre la estética.
La escuela de Chicago tiene espacial significación por ser los primeros creadores de los rascacielos.
Uno de los arquitectos más significativo de este nuevo movimiento será Louis H. Sullivan cuyos edificios conjugan verticalidad y proporcionalidad, además de suprimir prácticamente la decoración, lo que le convierte en un precursor del racionalismo del siglo XX. Entre sus construcciones destacan El Auditorio de Chicago y los Almacenes Carson.
4. Modernismo: Gaudí
El modernismo es un estilo artístico que se desarrolló durante el final del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX.
Las primeras referencias que tenemos del Modernismo se producen en Inglaterra con los trabajos de John Ruskin (1819-1900), influenciado por el arte gótico.
Recibió diferentes nombres según los países: Art Nouveau (Francia), Modern Style (Gran Bretaña), Jugendstil (Alemania), Sezession (Viena), Liberty (Italia) o Modernismo (España).
Promovido por la burguesía refinada y orgullosa de su época que deseaba un estilo propio no sometido a las reglas del pasado.
Se interesa por la obra de arte total, desde la estructura arquitectónica hasta el diseño de muebles y utensilios domésticos.
Características:
Tendencias:
- Se utilizan indistintamente y combinan materiales tradicionales (piedra, ladrillo) y nuevos (vidrio, hierro y acero) que se aplican indistintamente, según la conveniencia a elementos constructivos y a los decorativos.
- Decoración muy abundante, variada y colorida.
- Plantas libres que huyen de la simetría
- La Luz adquiere un gran protagonismo, penetrando a través de ventanas, miradores, vidrieras y claraboyas.
- El espacio exterior presenta la misma libertad de volúmenes y formas, en un deseo de transmitir sensación de alegría y variedad.
Tendencias:
Geométrica: Característica del mundo anglosajón (Gran Bretaña, Austria y Alemania), que enlaza con el racionalismo del siglo XX. Su concepción más severa se basa en la línea recta y una decoración de carácter geométrico. Figura más sobresaliente: Charles Rennie Mackintosh.
Ondulante: Se desarrolla en Bélgica, Francia y en España particularmente en Cataluña. Todos sus elementos están dotados de una gran plasticidad y dinamismo, con especial predilección por la línea curva, tanto en los estructural como en lo decorativo. Figuras destacadas: Hector Guimard (Francia), Víctor Horta (Bélgica) y Antoni Gaudí (Cataluña, España).
Antoni Gaudi (1852-1926)
Dotado de una fuerte capacidad creativa, Gaudí concebía sus edificios de una forma global, atendiendo tanto a las soluciones estructurales como las funcionales y decorativas. Estudiaba hasta el más mínimo detalle de sus creaciones, integrando en la arquitectura toda una serie de trabajos artesanales que dominaba él mismo a la perfección: cerámica, vidriería, forja de hierro, carpintería,…
Tras unos inicios influenciados por el arte neogótico desembocó en el modernismo, desarrollando un estilo naturalista muy personal basado en la observación de la naturaleza y en el uso de formas geométricas como parábolas e hipérbolas.
Palacio Episcopal de Astorga | ||
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Palacio Episcopal de Astorga | ||
Edificio | ||
Tipo | Palacio | |
Estilo | Neogótico, Modernista | |
Dirección | Glorieta Eduardo de Castro, 5 | |
Localización | Astorga, León, España | |
Coordenadas | 42°27′28″N 6°03′22″O / 42.4578, -6.056Coordenadas: 42°27′28″N 6°03′22″O / 42.4578, -6.056 (mapa) | |
Catalogación | Bien de Interés Cultural 24 de julio de 1969 RI-51-0003827 | |
Construcción | ||
Inicio | 1889 | |
Término | 1915 | |
Equipo | ||
Arquitecto(s) | Antoni Gaudí | |
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El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio proyectado por el arquitecto modernista Antoni Gaudí. Está situado en la ciudad de Astorga (provincia de León), en cuya capital se encuentra la casa Botines, que junto con El Capricho de Comillas (Cantabria) son las únicas obras de Gaudí fuera de Cataluña. La construcción se llevó a cabo entre 1889 y 1915.
Esta obra pertenece al período neogótico de Gaudí (1888-1898), etapa en que el arquitecto se inspiró sobre todo en el arte gótico medieval, el cual asume de forma libre, personal, intentando mejorar sus soluciones estructurales. El neogótico fue en aquella época uno de los estilos historicistas de mayor éxito, sobre todo a raíz de los estudios teóricos de Viollet-le-Duc. Gaudí estudió con profundidad el gótico catalán, balear y rosellonés, así como el leonés y el castellano en sus estancias en León y Burgos, llegando al convencimiento de que era un estilo imperfecto, a medio resolver. En sus obras elimina la necesidad de contrafuertes mediante el empleo de superficies regladas, y suprime cresterías y calados excesivos.[1]
Desde 1962 el palacio alberga el Museo de los Caminos, dedicado al Camino de Santiago. El edificio fue catalogado como Bien de Interés Cultural el 24 de julio de 1969 con la referencia RI-51-0003827
Casa Botines | ||
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Vista de la fachada principal. | ||
Edificio | ||
Nombre inicial | Casa Fernández y Andrés | |
Tipo | Residencial y comercial | |
Estilo | Neogótico y Modernista | |
Localización | León España | |
Propietario | Caja España | |
Coordenadas | 42°35′54″N 5°34′14″O / 42.59828333, -5.57055556Coordenadas: 42°35′54″N 5°34′14″O / 42.59828333, -5.57055556 (mapa) | |
Catalogación | Bien de Interés Cultural 24 de julio de 1969 RI-51-0003826 | |
Construcción | ||
Inicio | 1891 | |
Término | 1894 | |
Equipo | ||
Arquitecto(s) | Antonio Gaudí | |
Otros | Claudi Alsina | |
Premios | Europa Nostra, por su rehabilitación en 1996 | |
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Ubicado junto al palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación de León y junto a la plaza de Santo Domingo, lugar de encuentro entre el casco antiguo y el ensanche, de estilo renacentista, fue restaurado en 1951, declarado Monumento Histórico en 1969, es en la actualidad la sede de Caja España, entidad que lo rehabilitó en 1996, actividad que le valió el premio Europa Nostra.[1]
El término casa Botines deriva del apellido del fundador de la sociedad, Joan Homs i Botinàs, empresario y comerciante español asentado en la capital leonesa, que dirigían Mariano Andrés Luna y Simón Fernández Fernández, responsables del encargo de la casa a Antoni Gaudí.
Glasgow School of Art
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La Glasgow School of Art (Escuela de arte de Glasgow en lengua inglesa) fue un importante centro de divulgación de la arquitectura moderna a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.
El rechazo de las artes del pasado también afectó a la arquitectura. En Glasgow se desarrolló un nuevo tipo de planeamiento de los edificios, que al contrario del Modernismo, huía de la ornamentación y las volumetrías no racionales. La estructura ortogonal de hierro daba una mayor resistencia, pero también permitía una mayor organización de las plantas. Las paredes son lisas, en piedra, y existen grandes superficies de vidro.
De esta escuela destacó Charles Rennie Mackintosh debido a su racionalismo geométrico y gran percepción de las volumetrías
Impresionismo y Pintura Impresionista
El Impresionismo es un movimiento pictórico que surge en Francia a finales del S. XIX en contra de las fórmulas artísticas impuestas por la Academia Francesa de Bellas Artes, que fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales en el Salón parisino.
El objetivo de los impresionistas era conseguir una representación del mundo espontánea y directa.
Eduard Manet (1832-1883)
Se sitúa a caballo entre el realismo y el Impresionismo. Muchos han clasificado su estilo como naturalista porque se basa en la observación de la realidad y su plasmación sin alteración alguna. Representa la vida tal cual, sin adorno ni metáfora. Por ello sus obras suscitan escándalos y polémicas como en su Desayuno sobre la hierba que provocó la hostilidad de los críticos conservadores. El tema ya contaba con antecedentes en el Renacimiento, pero Manet lo interpreta adecuándolo a la modernidad.
Lo mismo sucede con Olimpia, para su desnudo no necesitó diosas ni musas como en el Renacimiento y en el Barroco, sino que representaba el desnudo de una prostituta, una mujer de la vida contemporánea. Para captar la realidad y la fugacidad utilizó la pincelada rápida y empastada, rasgo que identificará al Impresionismo. Por ello podría decirse que Manet fue su precursor.
Monet (1840-1926)
Es uno de los pintores que más contribuye al movimiento. Nunca derivó hacia otras corrientes artísticas, sino que se mantuvo fiel al Impresionismo hasta su muerte.
Su máxima preocupación es plasmar la vibración cromático-lumínica en sus lienzos. La luz engendra el color y la forma. Sus temas preferidos son las marinas, las escenas fluviales y los paisajes. Ejemplos: Impresión atardecer, Regatas en Argentuil, Las amapolas, Paseo con sombrilla, La estación de San Lázaro, La Catedral de Rouen.
Degas (1834-1917)
Es un impresionista más de la forma que del color. Es un hábil dibujante, le preocupó captar el movimiento con fidelidad, de ahí que desarrollara temas como las bailarinas y las carreras de caballos.
Es un gran observador de la mujer, capta las posturas más insólitas, las poses naturales e instantáneas. Algunas de sus obras son: Clase de danza, La bebedora de ajenjo, Bailarina en la escena, Planchadores, Carreras. Cultivó el dibujo en detrimento del color, por lo que no armonizó bien con el Impresionismo, y tampoco con las tendencias conservadoras por sus temas contemporáneos.
Renoir (1841-1919)
Ofrece una interpretación más sensual del Impresionismo. Se pone en relación con los pintores del S. XVIII que mostraban la sociedad galante del Rococó.
En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino, que recuerda a Rubens por las formas gruesas.
Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista muy especial. El palco, El columpio, El Moulin de la Galette, Le dèjeuner des canotiers, Bañistas, son sus obras más representativas.
Otros genios del impresionismo: Sisley, Pisarro
Tan fiel como Monet a la técnica del Impresionismo se mantuvo Sisley (1839-1899), que fue exclusivamente un pintor paisajista y será Pisarro (1830- 1903), quien lleve hasta las últimas consecuencias el estudio de la luz y el color llegando al post-impresionismo y al puntillismo.
Los autores impresionistas no tenían conciencia de grupo, aunque todos reivindican la libertad a la hora de seleccionar el motivo pictórico, cada uno plasmará lo que ve. Es un arte íntimo arraigado en el sentimiento de la originalidad individual, que se inicia con las vivencias personales y con las experiencias en soledad.
A principios de 1880 estas diferencias estilísticas y las cuestiones personales comenzaron a agudizarse y el Impresionismo como movimiento de vanguardia acabó diluyéndose. De sus cenizas comenzaron a gestarse las propuestas de otros artistas que darán lugar al post-impresionismo y al neoimpresionismo.
En España, el Impresionismo tuvo varios seguidores que manifestaron su preocupación por la luz. Entre ellos destacan Regoyos, Sorolla, Rusiñol y Casas.
EL POSTIMPRESIONISMO
El impresionismo, con su afán por captar la luz del natural, había ido disolviendo las formas en su ambiente y todos los elementos del cuadro habían ido perdiendo volumen, dibujo y sentido del espacio. En los últimos años del XIX y principios del XX nos encontramos con unos pintores que partiendo del impresionismo, derivan hacia una pintura personal que anuncian algunos de los movimientos pictóricos más importantes del siglo XX. El postimpresionismo supone entre otras cosas una recuperación de la importancia del dibujo y de la preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad de las cosas y de las personas iluminadas. su trascendencia para la evolución del arte es, si cabe, mayor que la de los pintores impresionistas.
Algunas características generales, con inclusión del pintor que mejor las representa:
- Interés por la construcción de la forma, el dibujo y la expresividad de los objetos y figuras humanas.
- Conciliación entre efecto volumétrico (conculcado por el fulgor luminoso impresionista que casi había desmaterializado las formas) y el gusto puramente estético (Cézanne).
- Concepción del cuadro a base de cuerpos rigurosamente geométricos (Cézanne)).
- Empleo de colores contrastantes para distendir y definir los planos y formas.
- Efectos pictóricos basados en búsquedas estructurales, espaciales y cromáticas.
- Utilización de colores puros con gran carga emotiva ( Van Gogh) y modulados (Gauguin)).
- Creaciones imaginativas a base de pinceladas cursivas que intentan expresar la angustia y el desconsuelo interior (V. Gogh).
- Interés por lo exótico (Gauguin) y los bajos fondos (Toulouse-Lautrec).
- Creación de composiciones simplificadas y estáticas, buscando la armonía de las masas cromáticas encerradas en perfiles bien ceñidos (Gauguin).
El rechazo de las artes del pasado también afectó a la arquitectura. En Glasgow se desarrolló un nuevo tipo de planeamiento de los edificios, que al contrario del Modernismo, huía de la ornamentación y las volumetrías no racionales. La estructura ortogonal de hierro daba una mayor resistencia, pero también permitía una mayor organización de las plantas. Las paredes son lisas, en piedra, y existen grandes superficies de vidro.
De esta escuela destacó Charles Rennie Mackintosh debido a su racionalismo geométrico y gran percepción de las volumetrías
Impresionismo y Pintura Impresionista
El Impresionismo es un movimiento pictórico que surge en Francia a finales del S. XIX en contra de las fórmulas artísticas impuestas por la Academia Francesa de Bellas Artes, que fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales en el Salón parisino.
El objetivo de los impresionistas era conseguir una representación del mundo espontánea y directa.
Eduard Manet (1832-1883)
Se sitúa a caballo entre el realismo y el Impresionismo. Muchos han clasificado su estilo como naturalista porque se basa en la observación de la realidad y su plasmación sin alteración alguna. Representa la vida tal cual, sin adorno ni metáfora. Por ello sus obras suscitan escándalos y polémicas como en su Desayuno sobre la hierba que provocó la hostilidad de los críticos conservadores. El tema ya contaba con antecedentes en el Renacimiento, pero Manet lo interpreta adecuándolo a la modernidad.
Monet (1840-1926)
Es uno de los pintores que más contribuye al movimiento. Nunca derivó hacia otras corrientes artísticas, sino que se mantuvo fiel al Impresionismo hasta su muerte.
Degas (1834-1917)
Es un impresionista más de la forma que del color. Es un hábil dibujante, le preocupó captar el movimiento con fidelidad, de ahí que desarrollara temas como las bailarinas y las carreras de caballos.
Es un gran observador de la mujer, capta las posturas más insólitas, las poses naturales e instantáneas. Algunas de sus obras son: Clase de danza, La bebedora de ajenjo, Bailarina en la escena, Planchadores, Carreras. Cultivó el dibujo en detrimento del color, por lo que no armonizó bien con el Impresionismo, y tampoco con las tendencias conservadoras por sus temas contemporáneos.
Renoir (1841-1919)
Ofrece una interpretación más sensual del Impresionismo. Se pone en relación con los pintores del S. XVIII que mostraban la sociedad galante del Rococó.
En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino, que recuerda a Rubens por las formas gruesas.
Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista muy especial. El palco, El columpio, El Moulin de la Galette, Le dèjeuner des canotiers, Bañistas, son sus obras más representativas.
Otros genios del impresionismo: Sisley, Pisarro
Tan fiel como Monet a la técnica del Impresionismo se mantuvo Sisley (1839-1899), que fue exclusivamente un pintor paisajista y será Pisarro (1830- 1903), quien lleve hasta las últimas consecuencias el estudio de la luz y el color llegando al post-impresionismo y al puntillismo.
Los autores impresionistas no tenían conciencia de grupo, aunque todos reivindican la libertad a la hora de seleccionar el motivo pictórico, cada uno plasmará lo que ve. Es un arte íntimo arraigado en el sentimiento de la originalidad individual, que se inicia con las vivencias personales y con las experiencias en soledad.
A principios de 1880 estas diferencias estilísticas y las cuestiones personales comenzaron a agudizarse y el Impresionismo como movimiento de vanguardia acabó diluyéndose. De sus cenizas comenzaron a gestarse las propuestas de otros artistas que darán lugar al post-impresionismo y al neoimpresionismo.
EL POSTIMPRESIONISMO
El impresionismo, con su afán por captar la luz del natural, había ido disolviendo las formas en su ambiente y todos los elementos del cuadro habían ido perdiendo volumen, dibujo y sentido del espacio. En los últimos años del XIX y principios del XX nos encontramos con unos pintores que partiendo del impresionismo, derivan hacia una pintura personal que anuncian algunos de los movimientos pictóricos más importantes del siglo XX. El postimpresionismo supone entre otras cosas una recuperación de la importancia del dibujo y de la preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad de las cosas y de las personas iluminadas. su trascendencia para la evolución del arte es, si cabe, mayor que la de los pintores impresionistas.
Algunas características generales, con inclusión del pintor que mejor las representa:
- Interés por la construcción de la forma, el dibujo y la expresividad de los objetos y figuras humanas.
- Conciliación entre efecto volumétrico (conculcado por el fulgor luminoso impresionista que casi había desmaterializado las formas) y el gusto puramente estético (Cézanne).
- Concepción del cuadro a base de cuerpos rigurosamente geométricos (Cézanne)).
- Empleo de colores contrastantes para distendir y definir los planos y formas.
- Efectos pictóricos basados en búsquedas estructurales, espaciales y cromáticas.
- Utilización de colores puros con gran carga emotiva ( Van Gogh) y modulados (Gauguin)).
- Creaciones imaginativas a base de pinceladas cursivas que intentan expresar la angustia y el desconsuelo interior (V. Gogh).
- Interés por lo exótico (Gauguin) y los bajos fondos (Toulouse-Lautrec).
- Creación de composiciones simplificadas y estáticas, buscando la armonía de las masas cromáticas encerradas en perfiles bien ceñidos (Gauguin).
Vincent Van Gogh
Vincent Van Gogh, hijo de un pastor evangelista, nació en Zundert (Holanda) en 1853. Fue un personaje difícil en sus relaciones con los demás. Su hermano menor, Theo, fue su mejor amigo.
En La noche estrellada,
el cielo presenta un gran dramatismo. Dos enormes espirales nebulosas se envuelven una con otra. El ritmo de las curvas que dominan el cielo proporciona gran dinamismo al cuadro. El pueblo, sereno, representado con trazos rectos y breves, contrasta con la violencia del cielo. En esta obra el mundo se cierne amenazador sobre el artista, es una visión apocalíptica. Representa la pequeñez del ser humano frente a las fuerzas de la naturaleza. Hay una tremenda agitación. Los astros están a punto de chocar, nos hallamos ante un eminente fin del mundo. Todos estos efectos se consiguen por medio de una pincelada larga y arremolinada. Servirá de puente de unión con el Expresionismo.
A Gauguin (1848-1903) lo encontramos dentro de los pintores franceses post-impresionistas junto con Van Gogh, Toulouse-Lautrec y Cézanne.
Nació en parís, a los tres años sus padres emigran a Perú y durante el viaje muere su padre. Allí vivió junto a su madre cuatro años hasta que deciden regresar a Francia.
En La visión después del sermón
(1888), el trazo de los objetos y los personajes los aísla entre sí. Utiliza colores vivos, nada realistas, simplifica los volúmenes y suprime las sombras y las gradaciones de color para crear una atmósfera ilusoria, donde a un grupo de mujeres, tras escuchar el sermón, se les aparecen Jacop y el ángel.
Paul Cézanne. Biografía y Obra
Cézanne procede de una familia adinerada, su padre, de origen italiano, poseía un establecimiento bancario en Aix-en-Provence. Allí nació el pintor en 1839. Recibió una esmerada educación y unos conocimientos humanísticos en el colegio de Bourbon, donde conoció a Emile Zola, uno de sus amigos más íntimos.
Cézanne empezó los estudios de Derecho para complacer a su padre y más tarde decidirá dedicarse a la pintura. Con el apoyo materno se traslada a París en 1861 para comenzar su carrera como pintor. Asiste a la Academia Suiza para ejercitarse en el dibujo, allí conoce a Pisarro, también visitará el Louvre para estudiar las obras de los grandes pintores del pasado.
Cebollas y botellas
prescinde de todo lo superfluo para concentrarse en las formas. Elige los objetos por su entidad volumétrica, cada uno de ellos se pinta con un punto de vista diferente. La luz y el color les da entidad física.
Henri de Toulouse-Lautrec
Tolouse-Lautrec, pintor neo impresionista, nació en Albi en 1864. Fue miembro de una familia aristocrática francesa. A los catorce años se rompió el fémur izquierdo a causa de una caída y al año siguiente, se quebró el derecho. Sus fracturas no soldaron adecuadamente y sus piernas no crecieron más. La consecuencia fue una figura deformada, su tronco siguió desarrollándose con normalidad, pero sus piernas quedaron cortísimas.
El jochey de Longchamps
Es un ejemplo de los numerosos dibujos y pinturas que Lautrec realizó con el tema de caballos. El artista pretendió dotar de fuerza y velocidad a los caballos dibujándolos con cuatro patas en el aire, momento que se produce al galopar. Pretende captar un momento de gran velocidad en movimiento.
Los Nabis (Los Profestas)
Se trata de un grupo de pintores postimpresionistas que se denominaron a sí mismos los nabís ("profeta" en hebreo, "inspirado", en árabe).
Breve historia
Pierre Bonnard, Édouard Vuillard, Maurice Denis, Ker-Xavier Roussel y Paul Ranson, eran camaradas en el taller de la Academia Julien, en la Escuela de Bellas Artes. Después se unieron al grupo el suizo Félix Vallotton, y el escultor Aristide Maillol.
Los nacidos entre 1860-1870 retoman las lecciones de Gauguin. Sérusier había estado con él en la Bretaña francesa, siguiendo sus enseñanzas. Gauguin lo ve cuando está pintando "El talismán", y le dice que pinte cada una de las partes del color que ve. Cuando Sérusier vuelve a París, muestra el cuadro a sus compañeros, quienes sufren una revelación, y se agrupan bajo el nombre de los "nabís". En 1891 realizan su primera Exposición, en el Café Volpini
El Talismán
El cuadro llamado "El talismán" (también llamado "El río Auven en el bosque de Amor"), de Paul Sérusier, 1888, permite comprender mejor la génesis del grupo en el otoño de 1888. Es un óleo sobre madera, de muy pequeño formato (27 cm x 21,5 cm).
El término simbolista procede del ámbito literario. El primero en utilizarlo fue el poeta Jean Moréas en 1885 en su "Manifiesto Simbolista" y posteriormente se aplicó a la nueva pintura ya que las intenciones de los poetas y los pintores eran semejantes
Puvis de Chavannes ( 1824-1898)
Es el más clásico, las ideas que quiere plasmar se mueven dentro de lo equilibrado, lo tranquilo. La mayor parte de su obra son grandes murales para edificios públicos, hechos al óleo y no a fresco, lo que le obligó a suprimir la tercera dimensión.
Su énfasis sobre lo plano le llevó a las más atrevidas distorsiones, tanto en perspectiva como en la figura. En la década de 1870 realiza La esperanza, el título ya indica que no se trata de una simple imagen, sino de una idea. Es un personaje asequible, examinado de forma académica, pero al servicio de una idea. Simboliza la paz y la esperanza con un tema de guerra franco prusiana.
Odilon Redon (1840-1919)
El interés por el inconsciente, lo onírico y lo fantástico se hace patente en su temática. Su obra se puede dividir en dos partes, una en blanco y negro y otra en color. Para él, el negro era el príncipe de los colores. La araña sonriente, El sueño acaba con la muerte o El ojo como un globo extraño se dirige hacia el infinito son algunos ejemplos. Esta última es un precedente claro del surrealismo. El tema del ojo permite la conexión con los surrealistas, aunque también es una actitud simbolista. En sus litografías aparecen metáforas a obras de escritores como Edgar Alan Poe, Baudelaire o Flauvert.
El simbolismo no puede definirse como un estilo unitario, sino como un conglomerado de encuentros pictóricos individuales que supera nacionalidades y límites cronológicos. En esta línea podemos encontrar figuras tan dispares como Van Gogh, Gaugain, Klimt o Munch. El simbolismo derivará en una aplicación bella y cotidiana de profunda raigambre en el arte europeo de finales del S. XIX y principios del S. XX, el Art Nouveau.
Escultura del siglo XIX
La escultura española del siglo XIX se corresponde con tres momentos históricos diferentes. El reinado de Fernando VII coincide con el Neoclasicismo, el de Isabel II con el Romanticismo y la Restauración alfonsina, en el último tercio de siglo, con las nuevas tendencias realistas o naturalistas.La escultura española del siglo XIX participa de la atonía y la banalidad que este género artístico sufre en toda Europa. No hay en ella ninguna personalidad sobresaliente, ni ninguna intervención innovadora. Desaparece casi por completo la escultura religiosa como eficacia creadora. La estatuaria conmemorativa, por la penuria económica y reducida vitalidad del Estado y de los municipios, es escasa. Y este arte se desenvuelve lánguidamente, reducido casi exclusivamente a los envíos a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, creadas en 1856. Ocurre, además, que, desde la segunda mitad de este siglo, predomina en la predilección del público y de los organismos un cierto mal gusto, que prefiere en muchos casos a los escultores más indotados en técnica e inspiración.
Ricardo Bellver (1845-1924)
Es el autor del Ángel Caído, monumento que se encuentra en el Parque del Retiro de Madrid. Es un hermoso desnudo juvenil que representa al diablo. Se encuentra sobre un tronco seco, con sus grandes alas abiertas y una serpiente enrollada en el cuello. Su rostro se crispa como grito desesperado mientras con la mano intenta librarse del rayo que lo derriba. Bellver supo ser muy cuidadoso y expresivo sin caer en detallismos excesivos.
Mariano Benlliure (1862-1947)
Puede ser considerado como el puente con el Modernismo.
Una de sus esculturas decorativas más modernistas es el grupo alegórico que corona el edificio de La Unión y el Fénix.
Entre sus monumentos destaca la estatua ecuestre del General Martínez Campos. Una estatua antiheroica, de realismo casi fotográfico. El jinete cabalga pesadamente, con el capote abrochado al cuello y flotando sobre sus hombros, mientras el caballo, que ha detenido su marcha, vuelve la cabeza para rascarse.
José Gragera (1818-1897) Es la representación más clara del romanticismo en nuestro país. Su monumento a Juan Álvarez Mendizábal, inicia un nuevo estilo de estatua que abandona las togas y las cabezas a la romana, para cuidar del parecido con el representado. Lo dota de ropa moderna, no estilizada y tratada con sobriedad.
Su otra gran obra es el Don Simón de Rojas Clemente.
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